Juegos Olvidados: Brigandine, the Legend of Forsena

Jugado en: PSX (bueno, realmente en la versión PSP de la Store Americana).

Olvidado por: que nunca salió de EEUU, porque tiene unos gráficos feotes, porque no es un género que enamore a las masas y porque no lo conoce casi nadie. Es un juego olvidado por desconocido más que por otro motivo. 

Si lo encuentras no pagues por él más de… pues no sé que decirte, yo aún lo busco, pero este es caro, de los 60€ no te salvas.

Hoy os traigo una auténtica rareza, uno de esos juegos que, si lo conoces, puedes considerarte un auténtico seguidor del género de los S-JRPG; si lo has jugado entenderás el aprecio que le tengo a este juego. La primera vez que jugué fue en una “versión Verbatim” ;) …y no le hice demasiado caso, lo pruebas, no te llama la atención y lo quitas. En cambio se lo dejé, entre otros juegos, a un amigo y cuando le pregunté a cual de los muchos juegos que le había pasado estaba jugando, se puso a hablar de Brigandine como si éste fuera el mejor juego del mundo… Ahí le di una segunda oportunidad y se convirtió, para mí, en uno de los mejores S-JRPG hechos jamás, a la altura de Ogre Battle 64, FF Tactics, Fire Emblem o Advance Wars, por nombrar algunos.

¿Pero el juego de qué va?

El juego se desarrolla en el Continente de Forsena, en el que el Reino de Almekia se rompe por la traición de uno de los generales del ejército. Tras una guerra civil el continente queda dividido en seis reinos: New Almekia, Carleon, Norgaard, Leonia, Iscalio y Esgares (el reino traidor), que se levantan en armas por el control del continente. Aquí empieza un juego de táctica y estrategia en forma de S-JRPG lleno de traiciones, héroes, magia y batallas, muuuuuchas batallas. 

Aunque el argumento, a primera vista parece sencillote y, de hecho, no se desarrolla demasiado de forma in game, está muy bien planteado anima a seguir jugando y, sorprendentemente adquiere un nivel de profundidad alucinante gracias al historial y relaciones entre sus más de 50 héroes.

¿Y el juego como es?

Como he dicho, Brigandine es un S-JRPG que destaca sobretodo por su jugabilidad. La primera gran elección es la de con qué reino jugar, y es que la elección de uno u otro plantea el juego de una manera bastante diferente, tanto por tropas disponibles, como por terreno, héroes, estilo de combate, etc. Así pues la rejugabilidad es brutal: tendrás que acabarte el juego 6 veces para disfrutar a tope de lo que ofrece Brigandine.

A la hora de jugar nos encontramos con dos fases diferentes: una primera de gestión y la de batalla (en la que se desarrollan las batallas... esto... acabo de escribir una obviedad?). En la primera reclutaremos tropas, atacaremos poblaciones, defenderemos castillos o enviaremos a nuestros héroes a hacer búsquedas heroicas. Podría extenderme mucho en este apartado, pero soy consciente que la gente no se lee los análisis demasiado largos, así que baste decir que Brigandine es el juego de este género para consola más completo que me he encontrado nunca en este sentido: Empiezas el juego con unos pocos castillos y caballeros ( Rune knight ), unos pocos puntos de mana (poder necesario para invocar a las criaturas ) y unas pocas criaturas disponibles. Dependiendo del capacidad de cada caballero (Rune Power) podrás llevar a más o menos criaturas de batalla. 

Respecto a las tropas, hay muchas combinaciones, considerando que hay 19 tipos básicos de criaturas que se pueden invocar y que cuando suben de nivel evolucionan transformándose en otra (pudiendo incluso elegir la promoción que más nos guste de entre un abanico de las mismas) llegamos a más de 200 criaturas diferentes. De hecho, subir de nivel a nuestras criaturas es, además de imprescindible en el juego, un aliciente que consigue ese efecto de “venga, una batalla más” que tienen este tipo de juegos; y es que un gustazo ver como una de las criaturas cutres y patateras del juego evolucionan hasta convertirse en criaturas legendarias como un ave fénix, un dragón o un señor de los vampiros.

Metidos ya en faena (en las batallas, que es lo que importa) nos encontramos una suerte de Fire Emblem, que se desarrolla en un mapa exagonal. Cada Rune Knight se presenta a la batalla con sus tropas y tiene su papel en la guerra e historia personal, elemento no carente de importancia a nivel jugable, ya que el hecho de que coincidan en un mapa determinados personajes puede provocar abandonos o traiciones, haciendo que la batalla se incline definitivamente hacia uno de los bandos. De la misma manera, hay objetivos secundarios que consisten en usar en determinado tipo de caballero en una batalla, derrotar a un Rune Knight con otro Rune Knight en concreto, etc... Vale la pena leerse los historiales de los personajes, no solo porque molan, si no porque las recompensas a esta misiones son la mar de interesantes, normalmente en forma de objetos mágicos especiales).

El juego a nivel técnico cumple su cometido sin más. Graficamente el juego es… digamos que modesto… de hecho, podría pasar por un juego de SNES… si no fuese por las escenas 3D que aparecen cuando hay una batalla o se invoca una ciatura. Y aquí si que puedo decir que son horribles: están mal hechas, se ven mal y son laaaaaaaargas, así que es practicamente obligado desactivar esas escenas 3D para disfrutar del juego, ya que agiliza enormemente el combate que, si no, se vuelve tedio en estado puro. 

En cuanto al sonido digamos que cumple. Tanto la música como los efectos no están mal, y la banda sonora tiene un tono bastante épico que acompaña al juego 

Por lo tanto...

Brigandine es un juegazo, un referente desconocido de los S-JRPG con el problema que sólo destaca en un apartado: la jugabilidad. Es muy adictivo y entretenido, y si te pones a jugar se te pasarán las horas sin darte cuenta y te va a costar dejar de jugar. ¿Te gustó Fire Emblem: Awakening? Brigandine le da sopas con ondas.